jueves, 1 de noviembre de 2007

La Cueva

Yo tenía una cueva, era pequeña, confortable, las curvas paredes cubiertas de esporas, las hojas del piso y la humedad de la tierra perfumaban mi cueva.

En mi cueva pequeña yo estaba sola, el espacio entero era mío, estiraba las piernas, mis dedos regocijados con la humedad de las esporas, bailaban, bailaban...

Un día salí de mi cueva, me cansé de estar sola...

Ahora estoy felíz ya no estoy sola.